viernes, 7 de julio de 2017

Consejos para lectores voraces y adictos:

1. Ten siempre un motivo por el que lees un libro. Escoge bien, no puedes leer todos los libros del mundo, así que no leas por leer.
2. Si cuando hayas leído un tercio del libro este no te llena, abandonalo. Tienes que ser fuerte.
3. Desde que empieces un libro hasta que lo termines no deben de pasar más de tres semanas. Si no, se alarga mucho.
4. Huye de etiquetas: "clásicos" "bestseller" "buena literatura" "de culto".... Solo existen dos tipos de libros: los que te gustan y los que no.
5. Busca tu tribu en internet. Visita esas comunidades donde lean los mismo libros que tu, y comparte tu experiencia.
6. Aprovecha tu hábito lector y de vez en cuando lee algún libro que te ayude a mejorar en tu trabajo, tu salud o las relaciones sociales
7. Y recuerda... un libro en sí no es ni bueno ni malo. Es solo una herramienta, y se puede usar tanto para lo bueno como para lo malo. Asegúrate que lo que lees te aporta cosas buenas.

lunes, 10 de abril de 2017

El Médico, de Noah Gordon y ¿Qué he hecho hasta ahora?



Durante la lectura no he dejado ni un momento de preguntarme que he hecho hasta ahora, porque he tardado tanto en leerlo, por qué no lo empecé antes, siento que he perdido el tiempo. Qué enorme placer me ha resultado viajar y vivir con R. Cole, el médico. Cómo he llegado a quererlo, cómo he llegado a sentir cada pena y alegría de este personaje.

Pocas veces he sentido tal placer al leer una novela, y pocas veces he deseado que un libro no se acabe. Cuánto dolor me causaba avanzar y ver que esta historia se terminaba. “Que no se termine, que no se termine, ¡joder! ¿Qué voy a hacer luego?” 800 páginas me han sabido a nada.

Esta novela queda esculpida en mármol en la posteridad, su autor convocó a todas las musas del Parnaso para escribir dicha novela. Y claro, ahora entiendo que treinta años después de su publicación, esta novela siga estando en las estanterías de más vendidos en todas las libreras, es que era normal. ¿Por qué no la habré leído antes?

Esta obra es un canto a la gente que lucha por su sueño, y hace de su trabajo un acto de amor a la humanidad. La novela habla de un aventurero, de un luchador, de un soñador, de un médico de verdad, de los de antes, de vocación…. De los que se apasionan ayudando a los demás, de los que sienten en su ser lo bueno y lo malo que la pasa al paciente.

En una de las escenas más conmovedoras que pasan a engrosar el rankings de momentos más touching, Robe Cole esta tratando a un adolescente  enfermo al que le duele terriblemente el costado. Conoce la enfermedad pero no sabe cual es la cura, el enfermo empeora, comienza a sudar, a dolorerse, a gemir… Cuando ya sabe lo que va a pasar, cuando sabe que el joven esta a punto de morir coge unas granadas que estaban dispuestas para la cena, y  empieza a hacer malabarismos; el chico deja de gemir, se queda embobado mirando al médico viendo como este lanza arriba y abajo las granadas. Cole para, coge al enfermo de la mano y comienza a cantarle canciones de su tierra lejana, el enfermo no entiende la letra pero se tranquiliza de inmediato, y al poco tiempo fallece.

No me puedo imaginar mayor actor de amor en un ser humano, preocuparse por que muera sin sufrimiento. Preocuparse de que muera tranquilo, de que deje este mundo sintiéndose querido.

Y lo mejor de todo, es que con este libro viajas de verdad, la narración te envuelve, se te olvida el espacio-tiempo, y realmente sientes que eres un compañero más en las aventuras por Oriente de este médico inglés. Y eso es gozo, placer, alegría, satisfacción… porque hacer eso, conseguir ese efecto en el lector, es muy difícil.


He gozado tanto con la lectura, he sido tan feliz que me aflige que haya terminado. Pero tengo en mí un consuelo. Solo he leído  dos novelas de Noah Gordon, esta y El último judío, y ha escrito otras siete...  además hay segunda y tercera parte de la saga. Así que aún me quedan horas de placer, estas novela aplacarán el dolor que siento por el final de la lectura.



domingo, 5 de febrero de 2017

Lo que me llama la atención en mi viaje a Irán


Sabía lo que iba a pasar, dentro de mí lo sabía, pero aún así las sorpresas no son pocas. Se que la gente acaba comprando lo que ve en la tele, por mucho que todos vayan de independientes al final lo compran, y se ponen tan pesados que me trasladan sus miedos y prejuicios.

Pero lo sabía, eran prejuicios y no pasan muchas horas hasta que empiezo a quitar las pegatinas que traía.




Cosas que me llaman la atención de Irán.




Es el país donde más sano se come.

 En cada calle hay una zumería, en todos los restaurantes abundan los platos llenos de verduras, frutas…, los mercados parecen dirigidos a un público vegano… no se ve gente obesa por ningún lado. Comen más sano que en Alemania, y mira que eso es difícil, pero lo es. No se si hay una política deliberada del gobierno o es la cultura, pero no se atiborran de dulces, ni de comida basura.




Irán es un país desarrollado.

Sí, lo es, hay zonas de Europa que se caen a pedazos, mientras en Irán hay buenas carreteras, buenas infraestructuras, y el tráfico esta moderadamente ordenado; y este es un excelente indicador del nivel de desarrollo de un país, según se conduce, y en Irán no es de los peores sitios. ¡Ah, y las calles limpias! He visto parques llenos, calles abarrotadas, ¡y las calles limpias!, otro indicador de un país desarrollado.


Irán es seguro.

Hay zonas de Europa mucho mas peligrosas que Irán, se respira seguridad, aunque quede patente que eres extranjero y guiri, puedes caminar tranquilo que nadie te atosiga. Sí, habrá delincuencia, como en todos lados,  pero lo que se es que conforme pasan los días aumenta la sensación de estar en un lugar tranquilo donde no te va a pasar nada.



Una gente alegre

Irán es una dictadura, ok, faltan derechos, especialmente a las mujeres. Pero la sociedad iraní es una sociedad alegre. El primer día me recomiendan que vaya a un parque central de Teherán, y lo que veo me deja estupefacto. Es un parque enorme de césped, y esta abarrotado, abarrotado de familias y grupos de amigos que pasan la tarde haciendo picnic: juegan a las cartas, al badminton, llevan comida y bebida para toda la tarde, y lo que hacen es hablar y hablar. Veo grupos de jóvenes, de chicos y chicas, y sí, están coqueteando entre ellos, no de forma abierta como aquí, pero sí a través de sus miradas.




Y esto lo veo en cada ciudad, por las tardes la gente van a los parques para pasar el tiempo, hablar, hacer picnic… El parque es enorme, esta abarrotado, ¡¡¡y esta limpio!!! Nadie tira papeles al césped, es un ambiente alegre.  

“Este parque es como para nosotros Internet”, me dice un compañero. Las prisas, el consumo y la tecnología han hecho que se pierda esta sana costumbre en occidente. :(

La gente es honesta

Por la razón que sea este es de los pocos países que visito en el que siento que no van a degüello a por el turista. A pesar de notarse que eres claramente europeo, no te agobian en los mercados o en las calles. Y los precios parecen más que razonables, a lo mejor intentan sacar algo mas al turista, pero no de la manera que se hace en otros países.


Y amable también.

Tienen especial interés en demostrarte que Irán es un país abierto y en el que se da la bienvenida al extranjero. Se esfuercen en dejar claro al turista que su país no tiene nada que ver con la imagen que dan los medios. En cada ciudad la gente se te acerca para conocerte y explicarte cualquier cosa que quieras saber.


Es un país en evolución

Se nota que algo esta pasando, se nota que la población esta varios pasos por delante de las autoridades; una juventud que a su manera y en cuanto puede también se va de fiesta; tienen Facebook, aunque este prohibido todos saben como sortear la ley; ven youtube que también esta prohibido; ven cine occidental que por supuesto esta prohibido, escuchan música pop que tampoco esta permitida, y si quieren, todos saben donde conseguir alcohol.


Pareciera que las mismas autoridades hacen la vista gorda ante una  brecha que se abre en la sociedad a través de Internet y el turismo. No, no es un país medieval, quizá las autoridades lo sean, pero el país en su conjunto no lo es.


Y la mujer iraní 

También me llama la atención, y mucho,   la actitud de la mujer iraní. Son ellas las que mas sufren la falta de derechos, pero al contrario de lo que creía, no las observo agachando la cabeza, ni mucho menos tristes. Muy al contrario, pude observar en ciertas situaciones como la mujeres mandaban sobre los hombres.






Me dejo un poco el corazón en Irán, se me ha quedado allí el alma.

Ahora no dejo de alegrarme cada vez que oigo hablar bien de ese país, me interesa todo lo que llega de allá. Como ciudadano del mundo, me siento del lugar donde me hacen sentir emociones, y en Irán en sentido muchas, demasiadas. :( Esperaremos a la 2º parte, y a la 3º, y a la 4º....







domingo, 29 de enero de 2017

Las bodas egipcias y el tesoro de las pirámides

Voy a este viaje creyendo que va a ser exclusivamente académico, pero acaba siendo mucho más: el clima, el paisaje, los monumentos, los vendedores, los compañeros…. Todo eso se junta para cada día darme un buen chute de emociones.

Voy sin pretensiones más allá de las puramente culturales, pero el viaje empieza a tornarse interesante desde apenas salir de Madrid… Los templos que visitamos el primer día superan con creces las expectativas que tenía sobre el arte egipcio; ya lo conocía, lo había estudiado bien, cada año enseño este tema a mis alumnos y siempre acaba resultando de sus favoritos; pero lo que encuentro es aún más grandioso y espectacular de lo que me esperaba.





Nos levantamos cada día a las 4 o 5 de la mañana, hay que llegar a una hora temprana al templo sino queremos que nos abrase aún más el calor, además de que el programa es muy muy ajustado, en 8 días están programado todos los puntos  a reseñar del arte faraónico. Y yo no me quiero perder nada.


Este viaje no es uno cualquiera, lo organiza Nacho Ares, uno de los mayores divulgadores de historia de este país, aparte de un reputado “egiptoloco”.  De manera que contamos con dos guías: el oficial, un egipcio copto al que llamamos Pepe y que acabamos adoptando como padre del grupo; y Nacho, el cual se conoce cada palmo de cada uno de los monumentos del país. Cuando este en el autobús coge el micrófono, o ya en el monumento empieza explicar, la visita adquiere carácter de seminario de universidad para doctorandos. Yo consciente de quien es abro mis sentidos para no perderme nada de sus explicaciones.


Desde el jacuzzi del crucero que remonta el Nilo, disfruto como mil chiquillos de las vistas que me rodean, de vez en cuando pasamos por pequeños poblados de los que los niños salen al ver el barco para saludarnos, y yo devuelvo el saludo.




Pasan un par de días y me estoy empapando de todo el arte y cultura faraónica, pero dentro de mí hay algo que me constriñe. Sabía a que viaje venía,  sabía que en un viaje así no podría disfrutar de la cultura y de la gente del país…. El único contacto que tengo con los egipcios es el de los vendedores que están en cada templo, y estos van a degüello a por el turista, te obligan a ser antipático, y la imagen que me estoy forjando del egipcio por culpa de ellos no esta siendo muy positiva.



El barco ha llegado a Asuán, tenemos una fiesta en el barco, me lo paso bien, ya es tarde y mañana hay que madrugar. Pero decido satisfacer a mi aventurero impenitente y salgo a la ciudad, solo, voy  acojonado; todo el mundo cree que aquí van degollando occidentales por la calle, aunque se que no es así al final me han metido el miedo en el cuerpo. Camino rápido y tenso a ver una mezquita que cuando llego no es nada del otro mundo, a la vuelta al barco veo un grupo de personas que tocan los timbales, a unos recién casados les están haciendo una danza, se agrupa mucha gente alrededor y yo disfruto por fin de ver algo egipcio, pero no me muevo y no interactúo con nadie. Me vuelvo al barco, y cuando estoy llegando al paseo marítimo me fijo que no muy lejos, hay algo que parece una discoteca; adicto a la emoción y a la aventura me dirijo hacia la fiesta, cuando llego a la puerta pregunta que hay dentro y resulta que es otra boda. Pregunto si puedo pasar a todos los que están en la puerta, y todos responde extrañados de la pregunta, “pues claro, por qué no ibas a poder”. Entro en el local, es pequeñísimo y esta lleno de gente bailando…. La experiencia me supone un soplo en el corazón, estoy viviendo algo 100 % egipcio, salgo a explorar la ciudad y acabo en una boda. Pero estoy muy asustado, se ve claramente que soy el único extranjero, pero a nadie le parece importar que este allí, hablo con unos chavales de fútbol, que no me gusta nada, pero solo por mantener una conversación le digo que soy del Madrid y que soy más de Ronaldo que de Messi.




A las pocas horas pago caro mi paseo, esa noche nos levantamos a las 2 de la mañana para ir a Abu Simbel. Al llegar al destino hay una tormenta de arena, y esto hace que el paisaje sea aún más encantador, pero siguen las experiencias egipcias y las aventuras, a la vuelta el ejército no permite volver porque la tormenta no amaina, y el gobierno no quiere que le pase nada a los turistas. Obsesionados con la buena imagen no quieren malas noticias. Tres horas en una explanada, y cuando nos llaman para subir al bus este nos dirige a un hotel cercano. Varios cientos de turistas por ahí pululando, al final acabamos bañándonos en ropa interior… (Sí, es verdad, nos bañamos en ropa interior en la piscina del hotel)
            




Llegados al Cairo, aún no puedo cerrar la boca de las impresiones que me estoy llevando, una mañana vamos a ver las explanadas de las pirámides, menos conocidas que las de Gizah y por lo tanto menos visitadas,  parece que las han cerrando para nosotros. Pasamos una mañana cual niños en un parque de columpios, subiendo y entrando a las pirámides, no hay más turistas, así que estamos a nuestras anchas.








La primera noche en el Cairo, después de cenar me doy un paseo por el barrio con una compañera de viaje, es solo un paseo por el barrio para ver un poco el ambiente, que de noche siempre esta animado, y poco más. Tengo la suerte de que ella también es aventurera y curiosa  como yo. Mientras vamos paseando vemos a lo lejos un descampado y unas lucecitas que parecen indicar que hay una fiesta, atravesamos un camino muy oscuro y llegamos al lugar indicado, que es un gran restaurante con jardín. ¡Sorpresa! Otra boda. Legamos justo en el momento en que los novios llegan, y cuando una especie de “tuna” egipcia le canta y baila a los novios. No puedo estar más feliz, el viaje se esta completando. No nos quedamos parados, preguntamos en la puerta si podemos entrar y nos dicen que por supuesto. La fiesta acaba de empezar y podemos observar desde el principio todo el ritual, al escenario van subiendo los hombres y mujeres que bailan por separado, estoy asistiendo a un espectáculo que no tiene precio. Estamos en una esquina sin querer llamar mucho la atención, se nos acerca un señor, nos coge a mi amiga y a mi, y nos lleva al escenario a bailar con los novios y los invitados. Mujeres por un lado y hombres por otro (cogidos de la mano). No solo estoy en una boda sino que además ahora ya soy parte de ella, a veces los sueños se cumplen, pienso.



Último día en el Cairo.

El viaje ha salido bien, todo lo que quería, llego a Egipto para aprender de Nacho Ares y me voy cargado de emociones, viaje de los que a mi me gusta. Esa noche salimos, de nuevo la chica de la noche anterior, y otros dos compañeros del grupo. Esta vez salimos directamente a buscar una boda donde colarnos, pero después de mucho andar no tenemos tanta suerte, nos hemos pateado una avenida enorme, así que ya nos vamos a volver cuando pasamos por un hotel del que sale una pareja árabe con una niña que nos para, y nos pregunta si somos españoles. De nuevo la suerte me sonríe, nos preguntan que hacemos en Egipto y nos dicen que vienen de una boda y amablemente preguntan ¿quereis entrar en la boda? Así que por tercera vez la suerte me sonríe y con mis compañeros disfrutamos de  la tercera boda egipcia.






El tesoro de las pirámides.





Me acuerdo de la hermosa historia el Alquimista, de Paulo Coelho: el joven Santiago hizo un largo viaje a Egipto solo porque un sueño le dijo que en las pirámides había un tesoro. Me siento un poco como el, frente al balcón de mi habitación tengo las pirámides y en este punto encuentro un tesoro que quiero abrazar para siempre. El tesoro de las pirámides me llena de ilusión y otra vez me reengancha en los cuentos con final feliz. A veces esos cuentos pasan, superan a la ficción y resultan tan bonitos que no quieres contarlos. “Es tan corto el amor y es tan largo el olvido…”,  el cuento se termina, pero qué bonito ha sido.




sábado, 27 de junio de 2015

Londres, emanems y un viaje interior

Hace tiempo que el cuerpo me pide hacer un viaje interior, hace tiempo que siento que me he instalado en la zona de confort, quiero hacer ese viaje  y para ello he decidido que me voy a Londres. Y ahora sí, ahora que que he regresado pasan sobre mi memoria todas las imágenes vividas, veo mi viaje como una película  y entonces sí disfruto este viaje.


Pero no tengo claro si me gusta la ciudad, no se si esta ciudad va a pasar a mi lista de favoritas, cuando visito un lugar siempre me pregunto  si a mi me gustaría vivir ahí y al principio no tengo claro lo que pienso de la ciudad, para saberlo evaluemos pues los puntos a favor y en contra:

  • El tiempo es una mierda, cada hora llueve 10 minutos y eso hace mella. Punto en contra. Aunque alguien que vive allí me dijo que el tiempo estuvo nice durante los días de mi viaje.
  • No veo el trasiego y el estrés típico de las grandes ciudades. Punto a favor.
  • Hay desastres arquitectónicos, por más vueltas que le doy  algunas cosas que veo me parecen ridículas. Hay un edificio en forma de pirámide que se ve por todos lados y no hace otra cosa que dañarme la vista. Otro negativo.



  • Pero esos desastres arquitectónicos tienes otra visión,  no es una ciudad estancada, no es una ciudad preocupada por guardar la imagen que se tenía en el siglo XIX,  sino por evolucionar. Me cansan las ciudades que solo pretender vivir del pasado y no ofrecen nada nuevo.
De momento hay empate...

Como lector temprano del capitán Alatriste, hombre dedicado a la historia y además de todo ello castellano viejo de Jaén voy a Londres con demasiados prejucios hacia los ingleses. Pero después de todo la ciudad me sorprende, lo reconozco, me esperaba un fake, me esperaba un decorado sobre la ciudad que fue, un parque de atracciones para turistas (o sea un París o Barcelona).... y en lugar de ello me encuentro una ciudad del siglo XXI que no pierde el pulso de la historia. Otro punto a favor

Observo una ciudad multicultural, me sorprendo al leer en mi guía que el 45% de los londinenses son blancos cristianos, ¿y el resto? del resto del mundo. Pero algo que me llama la atención por encima de todo es la integración de los inmigrantes: de todos los colores, lenguas y religiones pero todos londinenses. Otro punto a favor.

Hay mujeres de origen indio de una belleza y elegancia que jamás había visto, parecen educadas en palacio. Otro punto  a favor.

Un día hago turismo a muerte y en un solo tour veo todos los monumentos típicos de la zona. Acaba el tour y yo sigo, voy a la National Gallery para poder decir que he visitado algún museo pero ya estoy muerto, llevo 5 horas andando y no puedo más  por lo que no disfruto el museo.

Al día siguiente disfruto ahora sí el londres de verdad, esta vez voy a patearme la ciudad pero en rollo tranqui tranqui, decido que cada media hora voy a parar en el primer café que vea para descansar, asi que sin quererlo desde covent garten me adentro en el centro de Londres, en el bullicioso y apasionante centro, en unas calles que gritan, en unas aceras repletas de gente a la que quiero hablar... me paro en cada starbuck, descanso, no quiero perderme el espectáculo.

Paso por un museo de emanems, otra sorpresa de la ciudad. Me quito 15 años de encima y me lo paso en grande dentro del museo haciendome fotos con todas las figuras, gracias Dios por este momentazo.  Me han recomentado miles de museos en Londres pero nadie me había hablado de este, ¿por qué?  ¿cómo es posible con lo divertido que es?




Salgo del museo  con la sonrisa de oreja a oreja y segunda sopresa  del día, el tiempo me da una tregua y sale el sol, vuelvo a contemplar otro espectáculo grandioso: Londres al sol, en unos minutos cambia el color a la ciudad y ahora parece que todo el mundo es féliz, como si fuesen a cantar de un momento a otro..... Pero sigo mi paso y llego al very center, y otra vez, otra vez me quito un puñado de años y me siento un chaval al ver la fuente de Piccadilly, no se lo que tiene ese rincon, no lo se.... pero me apasiona, me fascinta, quiero pasar por ahí todos los días de mi vida. Esa magia que tiene Time square, la Puerta del Sol, Alexanderplatz... la encuentro ahora en este simple pero encantador cruce de calles.

ok. Queda claro que gana Londres....

Fuí para hacer un viaje interior, otra vez descubro en mí esa parte que con el tiempo olvidas, eso que la sociedad te hace olvdar, otra vez me siento como un niño, orta vez por unos días vuelvo a ver las cosas con una ingenuidad que te ayuda a ser féliz, demasiado tiempo siendo adulto , demasiado tiempo enfermo, este viaje me  proporciona esa medicina contra el mal de la adultez que tanto me ha aquejado.