sábado, 27 de junio de 2015

Londres, emanems y un viaje interior

Hace tiempo que el cuerpo me pide hacer un viaje interior, hace tiempo que siento que me he instalado en la zona de confort, quiero hacer ese viaje  y para ello he decidido que me voy a Londres. Y ahora sí, ahora que que he regresado pasan sobre mi memoria todas las imágenes vividas, veo mi viaje como una película  y entonces sí disfruto este viaje.


Pero no tengo claro si me gusta la ciudad, no se si esta ciudad va a pasar a mi lista de favoritas, cuando visito un lugar siempre me pregunto  si a mi me gustaría vivir ahí y al principio no tengo claro lo que pienso de la ciudad, para saberlo evaluemos pues los puntos a favor y en contra:

  • El tiempo es una mierda, cada hora llueve 10 minutos y eso hace mella. Punto en contra. Aunque alguien que vive allí me dijo que el tiempo estuvo nice durante los días de mi viaje.
  • No veo el trasiego y el estrés típico de las grandes ciudades. Punto a favor.
  • Hay desastres arquitectónicos, por más vueltas que le doy  algunas cosas que veo me parecen ridículas. Hay un edificio en forma de pirámide que se ve por todos lados y no hace otra cosa que dañarme la vista. Otro negativo.



  • Pero esos desastres arquitectónicos tienes otra visión,  no es una ciudad estancada, no es una ciudad preocupada por guardar la imagen que se tenía en el siglo XIX,  sino por evolucionar. Me cansan las ciudades que solo pretender vivir del pasado y no ofrecen nada nuevo.
De momento hay empate...

Como lector temprano del capitán Alatriste, hombre dedicado a la historia y además de todo ello castellano viejo de Jaén voy a Londres con demasiados prejucios hacia los ingleses. Pero después de todo la ciudad me sorprende, lo reconozco, me esperaba un fake, me esperaba un decorado sobre la ciudad que fue, un parque de atracciones para turistas (o sea un París o Barcelona).... y en lugar de ello me encuentro una ciudad del siglo XXI que no pierde el pulso de la historia. Otro punto a favor

Observo una ciudad multicultural, me sorprendo al leer en mi guía que el 45% de los londinenses son blancos cristianos, ¿y el resto? del resto del mundo. Pero algo que me llama la atención por encima de todo es la integración de los inmigrantes: de todos los colores, lenguas y religiones pero todos londinenses. Otro punto a favor.

Hay mujeres de origen indio de una belleza y elegancia que jamás había visto, parecen educadas en palacio. Otro punto  a favor.

Un día hago turismo a muerte y en un solo tour veo todos los monumentos típicos de la zona. Acaba el tour y yo sigo, voy a la National Gallery para poder decir que he visitado algún museo pero ya estoy muerto, llevo 5 horas andando y no puedo más  por lo que no disfruto el museo.

Al día siguiente disfruto ahora sí el londres de verdad, esta vez voy a patearme la ciudad pero en rollo tranqui tranqui, decido que cada media hora voy a parar en el primer café que vea para descansar, asi que sin quererlo desde covent garten me adentro en el centro de Londres, en el bullicioso y apasionante centro, en unas calles que gritan, en unas aceras repletas de gente a la que quiero hablar... me paro en cada starbuck, descanso, no quiero perderme el espectáculo.

Paso por un museo de emanems, otra sorpresa de la ciudad. Me quito 15 años de encima y me lo paso en grande dentro del museo haciendome fotos con todas las figuras, gracias Dios por este momentazo.  Me han recomentado miles de museos en Londres pero nadie me había hablado de este, ¿por qué?  ¿cómo es posible con lo divertido que es?




Salgo del museo  con la sonrisa de oreja a oreja y segunda sopresa  del día, el tiempo me da una tregua y sale el sol, vuelvo a contemplar otro espectáculo grandioso: Londres al sol, en unos minutos cambia el color a la ciudad y ahora parece que todo el mundo es féliz, como si fuesen a cantar de un momento a otro..... Pero sigo mi paso y llego al very center, y otra vez, otra vez me quito un puñado de años y me siento un chaval al ver la fuente de Piccadilly, no se lo que tiene ese rincon, no lo se.... pero me apasiona, me fascinta, quiero pasar por ahí todos los días de mi vida. Esa magia que tiene Time square, la Puerta del Sol, Alexanderplatz... la encuentro ahora en este simple pero encantador cruce de calles.

ok. Queda claro que gana Londres....

Fuí para hacer un viaje interior, otra vez descubro en mí esa parte que con el tiempo olvidas, eso que la sociedad te hace olvdar, otra vez me siento como un niño, orta vez por unos días vuelvo a ver las cosas con una ingenuidad que te ayuda a ser féliz, demasiado tiempo siendo adulto , demasiado tiempo enfermo, este viaje me  proporciona esa medicina contra el mal de la adultez que tanto me ha aquejado.


2 comentarios:

Juan dijo...

Me alegro que te gustara Londres. Yo no lo conozco, pero nada más que por haberte leído a mí también me gusta. Lo de volvernos como niños es lo ideal, porque se ve todo, como una sorpresa y estas dispuesto a seguir aprendiendo y olvidas tus prejuicios.
Te animo a que sigas escribiendo sobre tus viajes, ya que los que no podemos viajar por motivos familiares disfrutamos y es como si viajáramos nosotros también.

Anónimo dijo...

Este hombre tiene razòn, Cuando leemos, lo vivimos, la imaginaciòn tiene tanto poder, que es capaz de trasportarnos en el espacio y en el tiempo, con la lectura compartimos y nos divertimos al mismo tiempo que los autores. ¡Gracias escritores!