Un policía honrado paga caro cumplir con del deber de salvar a una niña de las garras del despiadado hijo de un senador mafioso; un exconvicto jura venganza por la muerte de la mujer con la que ha yacido, “es una diosa” y él tuvo la suerte de gozar de ella una noche; unas prostitutas imponentes luchan a sangre por librarse de chulos y policías corruptos…
Hay violencia y drama, mucha sangre, a veces demasiada, pero también hay buena literatura. Las historias están bien contadas, cada personaje narra en primera persona lo que sucede y lo qué piensa consiguiendo del espectador una gran empatía. Los protagonistas son desamparados que no se doblegan pase lo que pase
No soy aficionado al cine de sangre y carnicería, pero en esta película los malos son malos y los buenos buenos. No, no es una obviedad. A menudo en el cine el asesino que se ha cargado al ciento y la madre termina por caer bien al espectador, y ahí si que me freno, porque entonces la violencia es gratuita y se muestra como una práctica no necesaria de justificación.
En Sin City hay mucha violencia pero esta se da entre buenos y malos. Y los malos pretenden el mal y los buenos el bien.
1 comentario:
No la he visto todavía.
Un besico desde tierras aragonesas.
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